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      El libreto oficial para la campaña está en discusión

      Menem quiere nacionalizar; Duhalde, provincializar Ven con ojos distintos el pronóstico electoral

      Redacción Clarín

      La reunión se inició con juego fuerte: ¿Cómo era que ganábamos en el Chaco?, le preguntaron a boca de jarro a Carlos Corach apenas se acomodó en la silla. Semejante estocada era porque el ministro del Interior había presagiado un triunfo del PJ en esa provincia, donde el radical Angel Rozas le sacó 25 puntos de distancia al peronismo.Según relató uno de los asistentes a esa reunión del martes entre cuatro ministros y legisladores peronistas para analizar el panorama electoral, Corach descargó la responsabilidad en una encuesta que le habían acercado hace 10 días, que pronosticaba un triunfo que nunca llegó.Pero ese encuentro en la Casa Rosada dejó expuestas las divergencias entre duhaldistas y menemistas para encarar el último tramo de la campaña electoral.Por estas horas, hay una primera y profunda diferencia entre unos y otros: los hombres de Menem parecen convencidos de que el peronismo ganará con alguna holgura la elección del 26 de octubre, a nivel nacional, con un ajustado triunfo en la provincia de Buenos Aires. Los duhaldistas, en cambio, están perseguidos por la desesperación, ya que sus números admiten la posibilidad de una derrota justicialista en la mayor provincia del país.Si Duhalde vive subido al camión haciendo campaña y metido en el barro, es porque ve la cosa muy mal, se dijo allí.Más diferenciasLa otra diferencia de fondo es que Carlos Menem quiere darle un carácter nacional a la campaña, convencido de que el mal humor contra su gobierno -especialmente el de la clase media- será opacado por el rédito del modelo económico. Duhalde, en cambio, piensa lo contrario: quiere provincializar la campaña y cuanto menos se meta el Presidente en su territorio, mejor.Eso explica por qué el menemismo apuesta todo a seguir con su discurso ya en marcha. Esto es, anuncios o inauguración de obras públicas, reivindicación del modelo económico y mano dura contra los referentes de la Alianza. Pero lo cierto es que para los duhaldistas ese discurso no basta para cambiar el actual panorama. -¿Cuánta plata tenés para gastar en las elecciones? ¿Tenés cien millones para poner ya en marcha un plan de créditos muy accesible para comprar viviendas populares y de clase media?, le disparó el senador José Manuel de la Sota (alineado con Duhalde) aRoque Fernández. El jefe de Economía se metió en vericuetos técnicos sobre la plata de la privatización del Banco Hipotecario, pero sin dar satisfacciones.-Hay que adoptar como propio el discurso peronista de Duhalde y dejar que la Alianza se encargue del establishment-, arremetió el también duhaldista Augusto Alasino, ante la mirada de Corach, Fernández, Jorge Rodríguez y Jorge Domínguez.Según fuentes consultadas por Clarín, los duhaldistas proponen reencarrilar el discurso de campaña apostando a dar respuestas inmediatas por lo menos a tres frentes críticos: uno es el del desempleo y la flexibilización laboral. El segundo, una propuesta concreta a los reclamos de los docentes por salarios y financiamiento educativo. Y el tercero, un plan de acceso a la vivienda.Contra esos argumentos, Corach piensa que la victoria del oficialismo frente a la Alianza no está en duda, que lo único que puede evitar un triunfo peronista en octubre es que se rompa el eje Menem-Duhalde y que, por tal motivo, no hay muchas cosas que cambiar ahora. Sólo, preservar la difícil relación entre Menem y Duhalde.Los números que maneja Corach dicen que en el caso de la peor elección que pueda hacer el oficialismo, el PJ perderá 5 o 6 bancas de diputados, sobre un total de 63 que pone en juego en todo el país.El laboratorio político del menemismo que comanda Corach traza este escenario:El PJ se impondrá en Buenos Aires, pese a que perderá en los partidos del conurbano pegados a la Capital (Vicente López, San Isidro, Avellaneda).La Alianza se llevará una sorpresa porque un gran porcentaje del voto radical histórico rechaza el acuerdo con el Frepaso. Como consecuencia de ello, pronostican una gran crisis interna en la UCR y la Alianza, que afectará la perspectiva presidencial de Fernando de la Rúa.Santa Fe es la clave para descontar la ventaja que la Alianza sacará en la Capital, estimada en 600 mil votos. Por eso presionan para que Carlos Reutemann sea candidato.


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