Duro cruce entre Menem y la Alianza por la corrupción

No hubo un gobierno más corrupto que el que se hace cargo del país desde 1983 hasta 1989, dijo ayer Carlos Menem sobre la gestión de Raúl Alfonsín y sacudió el escenario de la campaña a 23 días de las elecciones. El aludido Alfonsín, el titular de la UCR, Rodolfo Terragno, y su socio en la Alianza, el líder del Frepaso Chacho Alvarez, replicaron de inmediato al Presidente y lo acusaron de provocador e inspirador de una campaña sucia.El Presidente buscó ayer patear el tablero electoral. El puntapié alcanzó de lleno al radicalismo con la última intención de debilitar a la Alianza de la oposición.La carga del Presidente no sorprendió, a entender por los objetivos de campaña trazados a raíz de las dificultades que presenta el escenario electoral para el PJ tras las derrotas del domingo en Santiago del Estero, La Banda y Cutral-Có, y las encuestas que maneja el Gobierno.Como recurso, Menem no hizo otra cosa que avanzar sobre la estrategia electoral que se impuso el PJ: protagonismo sin reservas del Presidente, ratificación de los anuncios de carácter social y, cumplida ayer, fuerte embestida contra la Alianza.Menem dedicó un largo párrafo de una entrevista con radio Rivadavia a sostener su carga contra la UCR. Dijo: Un hombre de aquella época, (Juan Manuel) Casella, que fue candidato a vicepresidente de la Nación, reconoció que había corruptelas en el área económica del gobierno radical. Y que en los ministerios se cobraba para hacer circular los expedientes.Uno de esos ministerios era el del señor (Rodolfo) Terragno, uno de los grandes responsables de la destrucción de la Argentina, que fue a pedirnos de rodillas a La Rioja que me hiciera cargo del gobierno porque ellos se iban en seis meses.El Presidente virtualmente reprodujo el mensaje que había transmitido a sus ministros en la mañana, durante la reunión de gabinete en Olivos. Allí el Gobierno decidió articular los ejes de su discurso y descargarlos sin tregua sobre las contradicciones que adjudican a la oposición, sobre todo en materia económica.Las instruciones a los ministros, cuyo contenido Menem hizo público hacia la tarde, finalmente devuelven el debate a una instancia que el Gobierno parecía haber abandonado por su aparente escaso rédito: la corrupción.El Gobierno detuvo a mediados de septiembre lo que sus propios voceros denominaron operación maquillaje, según el cual el PJ se esforzaba por desprender de sus orillas, por caso, al ex concejal José Manuel Pico, porcesado por asociación ilícita y estafas, e investigar a los empresarios Omar Fassi Lavalle y Alberto Samid, sospechados de evasión impositiva.Menem habló por radio tras una visita a Tres Arroyos, junto al gobernador Eduardo Duhalde. Allí ya había dicho que los dirigentes de la Alianza fueron responsables de la destrucción del país.Más tarde, el Presidente, como viene haciendo en sus intervenciones de campaña, apeló a diarios de la época y cargó de palabras las espaldas de la UCR. Una modalidad que, por lo bajo, encuentra algunas resistencias entre algunos dirigentes del PJ encargados de la campaña.¿Qué es lo que decía Casella? -se introdujo Menem-. Que era posible afirmar que en el área económica hemos incurrido en una multiplicación de la corruptela. El enriquecimiento súbito, sin fundamento cierto y la aparición de nuevos ricos de cuyas fortunas no se conoce el origen.Algunos de los principales dirigentes de la Alianza no demoraron la respuesta a Menem. Entre ellos, Alfonsín dijo desde una tribuna en Escobar, durante un acto partidario y por todo comentario: Que el Presidente deje de hacer campaña sucia.Consultado por Clarín, Terragno, elegido en el discurso de Menem, invirtió la acusación: La gente ya no aguanta más la corrupción que hay en el Gobierno y Menem quiere proyectar ahora sus culpas en la oposición. Pero nadie le va a creer.En lo personal -continuó Terragno- renunciaré a mis fueros cuando salga electo diputado para que me hagan las acusaciones que quieran sobre mi trayectoria.Chacho Alvarez coincidió con Alfonsín, pero además consideró el discurso de Menem como un acto de provocación. La Alianza -dijo a Clarín- no va a responder a las provocaciones que intenta el Gobierno mediante una campaña sucia. La actitud de Menem es una muestra de debilidad, porque sabe que pierde las elecciones y no tiene nada para ofrecer.La estrategia impulsada por Menem y transmitida a sus ministros había recogido la adhesión de Jorge Rodríguez durante la reunión de la mañana en Olivos.El jefe de gabiente propuso recuperar los casos de los radicales Aníbal Reinaldo, ex titular del Banco Hipotecario Nacional, y de Juan Carlos Delconte, ex titular de la Aduana que cumplió una condena de prisión. Según pudo saber Clarín, la propuesta de Rodríguez fue celebrada por María Julia Alsogaray, pero descartada por poco ambiciosa por el resto de los funcionarios, entre risas.