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      La Alianza ya ganó, porque consiguió cambiar el escenario político

      Cree que el domingo gana por tres o cuatro puntos Y que a Duhalde no le alcanzarán los votos para plebiscitar su candidatura presidencial Asegura que nadie se bajará de la coalición

      Redacción Clarín

      Un poco de historia. ¿Su candidatura en la provincia fue impuesta por Alvarez?-Por lo que después supe era algo que se venía hablando. Chacho había planteado la necesidad de que se desparramara más la dirigencia del Frepaso que estaba muy concentrada en Capital. Chacho me lo planteó poco después de que terminara la Constituyente porteña. El sabía que yo iba a pegar un respingo. Pero después fue una convicción, porque el panorama que se venía era grave: Chacho iba a ganar en la Capital y, no habiendo alianza, Duhalde iba a hacer con Pierri una buena elección con Carlos Auyero y Federico Storani compitiendo por el segundo lugar. Había que romper eso.-¿La Alianza estalla en pedazos después del 26?-Es una esperanza que tiene Menem; a él le vendría bien. No sé en qué se basa. Ninguno de nosotros cree que una alianza se arma sin dificultades. Ahora: hay formas y formas de hacer alianzas. Una es la que tiene Menem que se chupa todo y destruye lo que se chupa, como en el caso de los Alsogaray, de Rico, de Duhalde. Y hay otra forma que es la nuestra, con partidos distintos que van a mantenerse distintos y a tratar de profundizar su convergencia. Además, la Alianza va a hacer una gran elección y ya ganó, porque consiguió cambiar el escenario político. ¿Quién se baja de la Alianza?-El gobernador de Córdoba Ramón Mestre, por ahí.-No creo, él solo no puede.-Puede hacer una buena elección y querer nuclear a los radicales no aliancistas.-No sé. Habría que preguntárselo al radicalismo. Pero el primer candidato a diputado, Mario Negri, ya dijo que se va a sumar al bloque aliancista.-Una de las críticas recurrentes a la Alianza es la ambigüedad de su discurso. Cierto acomodamiento a lo que tiene consenso, como la estabilidad, y un descenso en el nivel de las críticas.-A mí me parece que no, porque todos habíamos llegado a la conclusión de que hay cosas que preservar. Y me parece que estamos en una etapa nueva donde nada amenaza a la democracia, y se puede pensar en políticas de Estado. Esto es: no puede ser que cada vez que se elige un gobierno todo comience de nuevo.-¿Qué es lo que sí queda pendiente?-El fortalecimiento de las instituciones. Y eso supone no sólo una Justicia independiente sino todos los organismos de control. Otra clave es el desarrollo de la educación, la ciencia y la técnica. Si no no hay forma de salir del subdesarrollo. Y combatir la inequidad social. Pero no se puede deslindar una cosa de la otra. Por eso critico ese criterio del etapismo menemista, con la etapa económica primero. Así se terminan haciendo solamente negocios que garantizan su cuota parte al funcionario. Y se arma un círculo vicioso. Nunca hay espacio para lo social y lo institucional queda subsumido, como sucede hoy con la Justicia.-¿Usted llamó a la resistencia civil?-No, es mentira. Eso dice Menem y lo desafío a que traiga una cinta grabada.-¿Ustedes rastrearon de dónde pudo haber sacado esa frase el Gobierno?-¿Cómo vamos a rastrear un invento? Lo único que dijimos, cuando se produjeron los levantamientos de Cutral-Có, fue: Señores, no se equivoquen, la gente que sale a cortar las rutas no está pidiendo cambiar el sistema, no está pidiendo una revolución. Está pidiendo volver a entrar el sistema. De ahí a llamar a la resistencia civil... ¿Alguien puede creer que yo puedo llamar a la resistencia civil? Menem es un mentiroso.-¿Y en el caso de las declaraciones de Alfonsín sobre el plan económico, el Gobierno también pegó donde no debía?-Alfonsín venía siendo candidato ¿Cómo iba a parar de hacer declaraciones si le preguntaban? Además él participó de todas las reuniones que tuvimos y de la confección del documento. No es que se lo dejó hablando solo.-¿Cree que espantó votos con la frase soy del mismo palo que Clinton?-No. ¿A quién le molestó? Fue broma.-Con una buena elección de la Alianza el domingo, un presidente como Menem ¿timonea la transición con serenidad o se crispa la vida política?-Va a haber de todo, como ahora. Menem mira supuestas contradicciones de la Alianza a partir de Alfonsín, pero no ve que a su lado tiene a un Roque Fernández que dice cualquier cosa contra los docentes o los periodistas. Así que vamos a tener un Presidente que por un lado va sentarse a conversar y por otro lado va a pegar. Va intentar hacernos a nosotros lo que le viene haciendo a Duhalde. Con la diferencia de que nosotros vamos a tener muchos votos de respaldo, mientras que Duhalde tendrá que esperar.-¿Por qué va a tener que esperar?-No va a poder plebiscitar su candidatura con esta elección como era su objetivo.-¿Usted sí plebiscita?-No. No es la misma ambición. Duhalde se viene preparando para ser presidente, pero no tiene proyecto de país.-¿La Alianza tiene ese proyecto?-La Alianza lo está construyendo.-¿Cuáles son los ejes?-La expresión que me sale naturalmente es la de construir un país normal, donde el cambio de signo ideológico de un gobierno no sea visto como una posible catástrofe. Con políticas de Estado que no se interrumpan, seguridad jurídica que garantice que las reglas son iguales para todos. Esta demanda va a notarse pronto, con millones de votos que dirán ojo, miren para donde van. Será una advertencia que no se podrá dejar de oír.-¿Usted cree que el Presidente la va a oír?-Creo que sí. Tengo que esperar que sí.-Chiche Duhalde dijo que si se cruza con usted, no la saluda.-Yo nunca la desmerecí. Nos vamos a encontrar en la Cámara de Diputados, hasta por ahí coincidimos en alguna comisión, la voy a saludar. Si no me quiere saludar, lo siento, pero no es mi enemiga.-Por izquierda, la Alianza recibe la acusación de ser la variante prolija del menemismo ¿Qué responde?-Una izquierda que hace una marcha como la que hizo el día de la visita de Clinton y no calcula que Quebracho o lo que fuera le va armar ese zafarrancho tiene que repensarlo todo. No puedo discutir esas críticas. Por alguna razón no tienen un solo parlamentario.-¿Va a pelear la candidatura presidencial?-No, no la voy a pelear. No es una ambición mía. Lo crean o no lo crean.-¿Está todo el Frepaso trabajando para la candidatura de De la Rúa entonces?-No, no necesariamente. No sé quien va a ser el candidato del radicalismo. Tampoco del Frepaso. Si tengo que serlo, lo voy a ser pero no es mi mayor preocupación.-Se dice que usted se agrandó?-¿En serio? No. Lo que pasa es que cae simpático el que está abajo. En cuanto alguien tiene más protagonismo hay autorización para pegar. Pero mi trato no ha cambiado. Lo único cierto es que me siento con más responsabilidad, con más demandas. Si uno está buscando votos está aceptando una responsabilidad. Si a eso le llaman agrandarse, se equivocan.-Finalmente, ¿cuál es su pálpito para el domingo en la provincia de Buenos Aires?-Yo creo que gano. Creo que estamos tres o cuatro puntos arriba.


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