Fracasaron los agravios

Fernando de la Rúa abandonó a último momento el perfil bajo que mantuvo durante la campaña y recién ayer, casi al iniciarse la veda política, le replicó a Carlos Menem los ataques que le dirigió a la Alianza opositora.En Río Cuarto, adonde viajó para apoyar la lista del radicalismo cordobés, el jefe de Gobierno porteño aseguró que Menem ha fracasado en su estrategia de agravios, porque la Alianza triunfará en las elecciones del domingo. También sostuvo que ese resultado obligará al Gobierno a deponer la soberbia y a aceptar el diálogo.Menem se enteró de las advertencias que le dirigió el dirigente aliancista unas horas más tarde, al arribar a esa localidad del sur de Córdoba para cerrar la campaña provincial del justicialismo.Fiel a su estilo, De la Rúa midió los tiempos para ir exponiendo su figura en la campaña, pese a no ser candidato. Su estrategia apuntó a combinar el respaldo a la Alianza con la intención de posicionarse para el día después de las elecciones, cuando se largue la carrera presidencial del 99. Aunque aclara que todavía no se anotó, reconoce que le atrae la idea de saltar desde el Municipio a la Casa Rosada.Raid por varias provinciasEn las últimas semanas, el intendente radical había acompañado a los candidatos bonaerenses y de otras cinco provincias, sin formular declaraciones resonantes. Además se sumó el miércoles al tramo final del cierre porteño en el Congreso.En su paso fugaz por Río Cuarto, De la Rúa dio apoyo al ex intendente local, Miguel Abella, número dos de la lista a diputados de la UCR, detrás de Mario Negri. Un periodista le preguntó si su presencia era una estrategia para contraponerla a la llegada del Presidente. Y con un infrecuente toque irónico, respondió que fue Menem el que tomó la decisión de viajar cuando le avisaron que yo venía.En sus mensajes, De la Rúa debió apelar a un juego de palabras para elogiar la conformación de la Alianza sin entrar en colisión con la decisión del gobernador Ramón Mestre de mantener al radicalismo cordobés fuera de la coalición. Pero buscó deliberadamente relacionar el desempeño electoral de la Alianza con el de la UCR en Córdoba, para tratar de instalar la idea de que en el recuento nacional de los votos opositores se sumen los que radicales y frepasistas reúnan en los diez distritos donde van separados.La gira de De la Rúa -a quien acompañó el diputado Rafael Pascual- concluyó en San Luis, donde encabezó la caravana de cierre junto a los candidatos de la Alianza, Miguel Bonino (de la UCR) y Gladys Marino (del Frepaso). Allí no tuvo que cuidarse de caer en contradicciones partidarias, ya que la oposición había acordado ir en listas conjuntas para hacer frente a la hegemonía del justicialista Adolfo Rodríguez Saá, antes de que se formara la Alianza nacional.En conferencia de prensa a cielo abierto, en la Plaza Pringles de San Luis, De la Rúa ensayó su discurso del día después:Aceptó que lo identificaran con el centroizquierda, argumentando que estoy en favor de una democracia con sentido social.Reflotó su idea de mantener la convertibilidad mientras sea necesaria y le agregó que quiero estabilidad con mejor distribución de ingresos.Reclamó que en la Alianza no se compita por la fórmula presidencial hasta que lleguen las internas abiertas.