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      El FMI cuestiona los pronósticos de Roque Fernández para 1999

      No cree que la economía podrá crecer un 4,8% como dice el Presupuesto Ni que se cumplan las metas de gastos e ingresos Se apoya en datos de un ex asesor del ministro de Economía

      Redacción Clarín

      Teresa Ter Minassián es la jefa de la misión del Fondo Monetario Internacional que controla la economía argentina. Llegó al país el sábado y está instalada en una suite del Hotel Sheraton. Ese mismo día, con las valijas todavía sin abrir, se reunió con sus colaboradores, que estaban en Buenos Aires desde una semana antes. De ellos recibió un informe minucioso sobre los datos que recolectaron entre los economistas privados. Y escuchó una conclusión terminante: es casi imposible que se cumplan las metas de crecimiento que Roque Fernández incluyó en el Presupuesto 1999.El principal colaborador de Teresa, el chileno Tomás Raichman, ya se entrevistó varias veces con funcionarios del Ministerio de Economía. Ellos le explicaron qué alquimia usará Roque para hacer que el año próximo la economía crezca un 4,8%, la recaudación impositiva suba casi 5%, el gasto público se mantenga en el mismo nivel que en 1997 y el déficit fiscal no exceda los 2.650 millones de pesos.Los argumentos de los funcionarios, según señaló a Clarín el secretario de Programación Económica, Rogelio Frigerio (n), parten de la premisa de que la crisis internacional está disipándose y se centraron en los siguientes puntos:Se mantiene firme el flujo de capitales externos en forma de inversión directa.Mejoró la productividad de la economía, que hizo subir las exportaciones.El acceso al financiamiento externo es cada vez más barato para la Argentina.Con esta información bajo el brazo, la semana pasada los técnicos del FMI desafiaron el calor porteño y recorrieron las oficinas de los economistas locales. Visitaron a varios profesionales insospechados de cuestionar el modelo vigente, entre ellos, Roberto Aleman, Daniel Artana y el ex viceministro de Roque, Carlos Rodríguez. En el edificio de la avenida Córdoba 374, sede del Centro de Estudios Macroeconómicos, Rodríguez los recibió con un trato casi familiar. Después de todo, hace sólo seis meses que abandonó el Gobierno. Por eso, su diagnóstico fue el que más sorprendió a los hombres del FMI.Con mucha suerte, la economía podrá crecer un 3% el año próximo. Esto influirá para que la recaudación de impuestos también sea menor que la estimada. No será fácil recortar más gastos, así que habrá un agujero fiscal de por lo menos $ 500 millones, le dijo Rodríguez al FMI.Raichman habrá pensado que no hay peor astilla que la del mismo palo. Sin embargo, el diagnóstico crudo del ex viceministro no es muy diferente del que hacen otros estudios económicos. Ninguno cree que el crecimiento de la economía, que es la clave de esta discusión entre Roque y el FMI, se ajustará a las proyecciones oficiales en el 99.El único que se atrevió a desafiar el consenso de los gurúes fue Pablo Guidotti. El miércoles pasado, en rueda de prensa, el secretario de Hacienda dijo que los estudios económicos serios avalan nuestras proyecciones, pero no quiso hacer nombres. Como contrapartida, según Alpha la suba del PBI será del 1,8%; para Broda, 2,8%; para Rodríguez Giavarini, 2,5%; para Ricardo López Murphy (Fiel), 2%; para la Fundación Mediterránea, 2,5% y para Bein/Machinea, 2,5%. El IDEP sostuvo que aun convalidando la hipótesis oficial de que la reforma impositiva implique un aumento de ingresos de 0,11% del PBI, el aumento de recursos respecto de este año sólo ascendería al 3,45%.La gente del FMI seguirá explorando opiniones en los próximos días, aunque está cada vez más convencida de que Roque corre el riesgo de quedar aislado en su optimismo. Pero aceptan que siempre hay tiempo para arrepentimientos. Y esto es algo que viven en carne propia: el FMI difundirá el 21 de este mes una versión corregida de su informe sobre las perspectivas de crecimiento mundial, porque las proyecciones que presentó hace apenas dos meses quedaron desactualizadas.Lo mismo hizo hace pocos días el Banco Mundial, que revisó hacia abajo sus pronósticos de crecimiento para América latina. Ahora dice que la región crecería sólo un 0,2%, básicamente por una fuerte caída de la actividad en Brasil. Pero si se excluyera a Brasil de ese cálculo, la cifra no mejoraría demasiado: sería del 2%.


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