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    En vivo

      Un virtuoso de la guitarra

      Redacción Clarín
      05/04/1999 00:00

      Fue un eximio intérpetre de la guitarra. Tan así es que viejos programas de cines teatro anuncian su presentación en las principales salas porteñas y de todo el país integrando el conjunto del recordado Ramón Iturralde, ofreciendo conciertos clásicos. Una vez tuvimos que repetir cinco veces el Minuet número 2, de Beethoven, se ufana.-Pero a lo largo de casi 70 años no sólo toqué clásico sino también tango y folclore. A los 8 años aprendía guitarra, atendía un puesto de verdura y asistía regularmente al colegio primario, nos dice don Américo De Turris, hijo de padres napolitanos que se afincaron en la Boca en 1918.-Yo nací en abril del 21, en la calle Irala al 400, a cuatro cuadras del parque Lezama y los domingos todas las familias se iban al balneario municipal, donde los pescadores se internaban en el río con caballos y redes. Esas imágenes jamás se me borraron de mis ojos y mi mente.-Habiendo nacido en la Boca la pregunta es obvia: ¿de qué cuadro es hincha?-Claro que es obvia. Por mis venas corre sangre azul y amarilla. En la vieja Bombonera viví las emociones más grandes de mi vida. Otros acontecimientos multitudinarios que me marcaron eran los actos socialistas cuando el doctor Alfredo L. Palacios hablaba en la tribuna callejera. Arrastraba multitudes y con orgullo siempre recuerdo que fue el primer diputado socialista del mundo, elegido por la Boca.-Sabemos que se jubiló como tipógrafo. ¿Cuándo se inició en esa actividad?-En el año 1933. Ingresé como aprendiz, en un taller que había en la Boca y que, si mal no recuerdo, era uno de los más importante del país. En aquella época ser gráfico o ferroviario era tener un toque de distinción. Gremios unidos, combativos, con dirigentes probos y honestos. -A simple vista puede parecer poco compatible ser un tipógrafo de primera y, simultáneamente, destacarse como virtuoso de la guitarra en temás clásicos.-Uno en la vida puede destacarse en múltiples disciplinas muy distintas entre sí. Todo depende de la vocación. Durante años acompañé en guitarra al cantor Alberto Arenas, que después triunfó con Francisco Canaro. Simultáneamente ejecutaba temas de autores clásicos y de día dedicaba todos mis esfuerzos en el taller gráfico donde trabajaba. Además, soy autor de arreglos clásicos para guitarra.


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