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      River no tuvo que esforzarse para llegar a la punta

      El equipo de Ramón mantiene el invicto y sin brillar le ganó fácil a Lanús. Yepes, autor del tercer gol, fue la figura. Los otros tantos los anotaron Cravero, en contra, Aimar y Silvio González.

      Redacción Clarín

      Los equipos acostumbrados a vivir cerca de la punta, a transitar los caminos que llevan a la gloria, no suelen rechazar gentilezas. Y River, anoche ante Lanús, no fue la excepción. Primero recibió una gentileza del azar con aquel tiro libre de Sorín que se desvió en Cravero y se estacionó en el fondo del arco visitante. Después, la gentileza fue de parte del arquero Burela, que le dejó la pelota servida al Payaso Aimar tras un centro bajo de Angel. Y Aimar no perdonó, claro. Y puso el dos a cero como para martillar la victoria -y transportar al equipo de Ramón a la condición de puntero absoluto, al menos hasta mañana- cuando la historia del partido contaba que el desarrollo aún no había podido levantar vuelo.Había que ver cómo respondía este otro River, con cuatro cambios en su formación inicial respecto de la que presentó en la fecha anterior frente a Independiente en Avellaneda. Había que ver cómo se las arreglaba adelante, con la mitad de la belleza ausente por la lesión del pibe Saviola. Y había que ver cómo rellenaba la resistencia, esta vez con Leonardo Ramos en lugar de Trotta y con el regreso de Sorín por Placente. Y le costó, vaya si le costó a River pese que antes de la expiración del primer tiempo ya estuvo dos a cero arriba.Es que, más allá de esas dos gentilezas recibidas, River no llegó hasta Burela. Y no sólo no generó peligro: tampoco logró poner en marcha el circuito ofensivo. Aimar quería, pero estaba sólo. Gancedo no se asociaba con él. Angel y Cardetti ofrecían voluntad y nada más. Eso sí, Lanús tampoco inquietaba demasiado. Apenas un disparo cruzado de Soto, que neutralizó Bonano, fue todo el arsenal que descargó sobre el arco local a lo largo del primer tiempo.Así como después del dos a cero Sorín -que arrancó ubicado como volante izquierdo- volvió a ser lateral, tras la expulsión de Escudero en el arranque del complemento se acentuaron las posturas. Escudero, que había participado poco y nada, se ganó la segunda amarilla al bajarlo a Betancourt desde atrás. Entonces River trató de agruparse y esperar las embestidas de Lanús para responder con algún contraataque. Empezaron a entrelazarse los cambios. Entró Coudet por Cardetti para masillar el mediocampo de River. Entraron Silvio González primero, y Coyette después, para reforzar la búsqueda en Lanús. Era Lanús y la pelota. Era River y la angustia atrás, en donde el abanderado de la defensa se llamaba Mario Yepes.A Lanús, es cierto, le faltaba claridad para llegar. El más prolijo era Clotet. Pero cuando el equipo superaba la barrera de los tres cuartos de cancha con cierta facilidad, no hallaba el modo definir. O asoma ba Bonano, o Yepes, o los disparos salían desviados. Lo tuvo Coyette, dio en Yepes, se fue al córner. Respondió River y Burela le detuvo el remate a Gancedo. Hasta que se cansó Yepes de defender: salió rápido de contra, se fue y se fue. Cedió al otro colombiano, Angel. Y Angel tiró. Le pelota hizo escala en Burela, le quedó a Yepes y golazo. Tres a cero. Y asunto liquidado.Aimar pudo hacer el cuarto un rato después. A esa altura, de todos modos, el rumbo del partido ya no estaba dispuesto a cambiar. Este otro River, el River sin Saviola, al fin y al cabo había podido resolver un pleito bastante complicado. Porque no tuvo una noche inspirada. Pero aguantó. Aprovechó las gentilezas, resistió, aún con un jugador menos durante casi todo el segundo tiempo, y terminó ganando para seguir invicto y en la punta.Cuando Silvio González descontó, lo único que hizo fue modificar la chapa del resultado. Pero nada más. Ya no quedaba tiempo. Fue tres para River, uno para Lanús. Un poco exagerado, es cierto. No tuvo que esforzarse River. El equipo de Ramón Díaz, cuando pudo, no dudó. Eso fue lo que le faltó a Lanús. Con veinte tantos, River es el equipo más goleador del campeonato. Otra victoria. Otra vez en la punta. Como para que San Lorenzo, Boca y el que asome por ahí, sepan que River no se cae.


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