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      Seis mil maristas marcharon a Luján para celebrar

      Dieron misa en la basílica. El movimiento nació en Alemania y tiene 15.000 seguidores en la Argentina

      Redacción Clarín
      19/09/1999 00:00

      Bajo el lema Con María celebremos al Padre, más de seis mil seguidores del Movimiento Apostólico de Schoenstatt peregrinaron ayer hasta Luján para poner a los pies de la Virgen la tarea asumida. Se reunieron en el Colegio Marista. Allí habló el director de la congregación, padre Guillermo Carmona, celebrando el año de Dios Padre y el 50 aniversario cumplido desde que en 1949 este movimiento fue puesto a disposición de la Iglesia.También habló el obispo de Corrientes, Domingo Castagna. Los festejos siguieron con una exposición sobre el aporte evangelizador de Schoenstatt y una misa en la basílica de Luján presidida por el obispo de Mar del Plata, José María Arancedo, que es el responsable de la Iglesia para los movimientos apostólicos laicos.El gran mensaje del movimiento es forjar una paternidad capaz de desafiar la orfandad del hombre de hoy, dijo el padre Carmona. Y monseñor Castagna destacó en su conferencia que asumir esta pasión popular por la Virgen María es el desafío pastoral actual, porque María está presente en cada persona.En la basílica de Luján, como culminación de la peregrinación, fue leída la proclama de la Familia Schoenstatt Argentina. Allí se detalló su aporte evangelizador ante el nuevo milenio, que trata de ofrecer una pedagogía y espiritualidad que ayude a encarnar y mostrar el organismo de vinculaciones: del hombre con Dios, de los hombres entre sí, consigo mismo y con la creación.En la Argentina, el movimiento Schoenstatt está representado en 30 diócesis católicas del país. Tiene 17 santuarios marianos -el más conocido está en Florencio Varela- y reúne a más de 400 dirigentes y 15.000 devotos. Difunde sus acciones con la revista Presencia, que dirige el padre Carmona.A través de la Campaña de la Virgen Peregrina, 20.000 imágenes de la Virgen de Schoenstatt llegan regularmente a las familias, hospitales, cárceles y empresas argentinas. La obra de Schoenstatt tiene 250 voluntarias que asisten a los enfermos en 19 hospitales. También se hacen tareas sociales, pedagógicas y de promoción humana en comedores para chicos y talleres de capacitación técnica. El movimiento está organizado en grupos de madres, niños, jóvenes, sacerdotes y monjas. Entre sus instituciones, en Buenos Aires son conocidos el sanatorio Mater Dei y el colegio Mater Admirabilis.Esta congregación mariana que tiene más de 150 santuarios en el mundo, nació el 18 de octubre de 1914 por la iniciativa del padre José Kentenich (1885-1968) en el valle de Schoenstatt, cerca de Colonia, en Alemania. En esa época, Kentenich era director espiritual del seminario menor de los Padres Palotinos.Detenido por la Gestapo durante el nazismo, Kentenich estuvo preso en el campo de concentración de Dachau entre 1941 y 1945. En la posguerra consolidó centros del movimiento apostólico Schoenstatt en Estados Unidos, Sudáfrica y Latinoamérica -en 1952 el padre Kentenich bendijo el santuario ubicado en Florencio Varela- viendo que un viejo mundo está en llamas y otro comienza a despuntar. No sabemos qué rasgos tendrá. Pero nos sentimos convocados a trabajar en él, ya sea como arquitectos o albañiles.En 1965 el papa Paulo VI reivindicó la obra del padre Kentenich, al recibirlo cuando terminaba el Concilio Vaticano II. En 1975 se inició en Roma el proceso de beatificación del sacerdote.


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