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      Zabaleta lo festejó

      El chileno pareció que jugaba a desgano y quedó en deuda con los 4 mil espectadores que vieron La Revancha de la final de Hamburgo, donde el argentino desperdició un match point.

      Redacción Clarín

      El chileno Marcelo Ríos es reacio, por naturaleza podría decirse, a las entrevistas periodísticas, a firmar autógrafos para sus fans y a mostrar, en general, sus sentimientos en público. El habla en la cancha. Con su tenis fantástico prendido de la zurda que maneja con naturalidad y que lo llevó a ser el número 1 del mundo el año pasado. Pero ayer, sobre el polvo de ladrillo de la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis, no expuso ese lenguaje exquisito en el partido exhibición denominado La Revancha y entonces el mejor argentino del ranking (28), Mariano Zabaleta, lo derrotó sin atenuantes por 6-3 y 6-4 en tan sólo 77 minutos de juego.Para este encuentro el Chino cobró 170 mil dólares, es decir que ganó 2.207,79 dólares por minuto o 8.947,36 dólares por cada uno de los 19 games que jugó. Y por lo que mostró, y por lo que sintieron la mayoría de los 4.000 espectadores que le dieron brillo a la tarde, quedó en deuda. Ese mismo público que el año pasado en la Copa Davis lo había insultado y que ayer no lo hizo. Y que pagó los costosos 25 pesos de la popular y 50 de los palcos o que ingresó con una de las tantas entradas regaladas por la organización.Salvo en los dos primeros games en los que se podía pensar que mostraría todo su potencial, Ríos pareció que jugaba a desgano. Es más, el termómetro de la situación lo manejó un grupo de unos veinte hinchas ubicados en uno de los codos, cuando en una pelota errada por el visitante en el segundo set le cantaban: El Chino dónde está..., el Chino dónde está....De todas formas quien estaba frente suyo, ese tandilense talentoso y promesa de top ten en cualquier momento, hizo lo que debía. Lució con su primer servicio, manejó con potencia su derecha y luchó cada pelota como lo hiciera en aquella final de Hamburgo que, finalmente, perdió ante el mismo chileno y que dio origen a esta exhibición. Esto es para mi familia le dijo Zabaleta a la gente que lo seguía aplaudiendo. Y prolongó su festejo en el vestuario con sus amigos que vinieron de Tandil y que fueron testigos de su primer gran triunfo en este estadio. También festejó Teté Coustarot (tía de Zabaleta) y otros tantos famosos que se pasearon por el BLTC mezclados con los habitué.También estuvieron Jorge y Alicia, padres del Chino. Justamente mamá Ríos, quien no asiste a los partidos de su hijo en el circuito porque se pone nerviosa, le dijo a Clarín que hoy (por ayer) estuve tranquila. Claro, su hijo no había dado motivos para que le subiera la presión.


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