La Alianza piensa en más ministros y en obras públicas

La Alianza prepara un proyecto de reforma de la Ley de Ministerios para el caso de que Fernando de la Rúa gane las elecciones de octubre. Las ideas que circulan en la coalición coinciden en elevar el actual número de ocho ministerios y desdoblar las áreas de Economía y Obras Públicas.La intención del candidato a presidente es que la iniciativa sea una de las primeras medidas de transición que el Congreso apruebe, entre las elecciones del 24 de octubre y el 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo gobierno.El diseño de un hipotético nuevo gabinete de gobierno está en manos de Nicolás Gallo, ex secretario de Obras Públicas de la comuna, y quizás el hombre de mayor confianza de De la Rúa. Gallo y el candidato quieren avanzar en:Volver a crear el Ministerio de Obras Públicas y sacarlo de la órbita de Economía, como se encuentra actualmente.Elevar el número de ministerios de los ocho actuales a entre 10 y 16 carteras.allo dedica cada vez menos tiempo a la campaña y más a esta nueva tarea, en las nuevas oficinas de Florida 375, que ya bautizaron como La Rosadita, pues desde allí se imagina lo que podría ser la Casa Rosada desde el 10 de diciembre, si la Alianza gana las elecciones.En los últimos días, Gallo conversó de estos temas tanto con el economista jefe de la Alianza y candidato a ocupar el Ministerio de Economía, José Luis Machinea, como con Fernando de Santibáñez, el ex banquero con quien De la Rúa suele tener largas charlas sobre el futuro gobierno.Con Machinea, habló de un tema en el que De la Rúa y Gallo coinciden: subdividir el Ministerio de Economía y resucitar el de Obras Públicas, como era antes de que Domingo Cavallo los unificara bajo su égida.De la Rúa no quiere que los economistas se encarguen de las finanzas y de la obra pública, porque dice que después están tan preocupados por las cuentas que no hacen nada. En el Gabinete porteño lo dijo varias veces, y Gallo (que fue secretario de obras públicas de la ciudad) le resolvía ese problema, le contó a Clarín un ex miembro del gabinete porteño del actual candidato aliancista.Lo cierto es que Gallo hizo propia esa bandera y ya lo acordó con Machinea. Chacho Alvarez, por ahora, no está de acuerdo. A las diferentes visiones se suma la gélida relación entre el jefe del Frepaso y el hombre de De la Rúa.Para negociar con Gallo el diseño del nuevo gabinete, Alvarez designó a Marcos Macón, un ex cavallista que trabajó bajo las órdenes de Ricardo Gutiérrez en Hacienda cuando Cavallo era ministro. Fanático de Boca, Macón tiene conocimientos en administración y desde hace casi un año colabora con el Frepaso.El interés de Gallo en el desdoblamiento supera al de su jefe: el ingeniero aspira a controlar ese lugar en un hipotético gobierno de la Alianza, ya sea con su designación o con la de alguien de confianza.Al calor de la campaña -en la que todavía no hay que lidiar con el déficit fiscal, el pago de los intereses de la deuda externa y la crisis de las provincias-, Gallo retomó frente a sus interlocutores la idea clásica de que el círculo recesivo se rompe con una fuerte inversión pública que aumente la demanda de mano de obra e insumos y reactive la economía. Un esquema que tuvo como mejor exponente al presidente Roosevelt en los Estados Unidos en la década del 30 y al economista británico John Maynard Keynes.A De la Rúa, como a buena parte del radicalismo clásico, le entusiasma la figura de Roosevelt, que tomó una estatura mítica en la recuperación de la economía norteamericana luego de la depresión del 30.allo ya tiene en su cabeza un plan nacional de viviendas, y un plan de carreteras inspirado en parte en el Plan Laura.La ampliación del número de ministerios es más compleja: De la Rúa y Gallo dicen que, aun con distinto nombre, hoy hay 26 organismos del Estado que funcionan como ministerios. Pero la Alianza teme que el anuncio de organizar nuevos ministerios se traduzca como más burocracia pública. Vamos a crear nuevos ministerios sólo si logramos demostrar que queremos emprolijar la administración y reducir costos en lugar de aumentarlos, dijeron voceros de De la Rúa.El candidato especula con transformar en ministerios las actuales secretarías de Promoción Social y Turismo.La elección no es casual. Se trata de dos áreas a las que De la Rúa quiere darles alto perfil. En el caso de acción social, para enfrentar los costos de una recuperación económica que no será rápida. el turismo representa algo así como el ideal delarruista del crecimiento económico: la rápida generación de mano de obra, y la aparente ausencia de conflictos sociales en la que se desarrolla la industria turística hacen pensar al candidato en convertirla en un arma de su gestión. No es casual que en el gobierno porteño esas áreas estén en manos de referentes del nuevo delarruismo: Cecilia Felgueras en Promoción Social y Hernán Lombardi en Turismo. Ambos son candidatos a ocupar esos lugares en el Gobierno nacional.