River se trajo un punto con valor a plazo fijo

Sigue puliendo su identidad el nuevo River de Américo Gallego. De a poco, el flamante técnico le va dando forma al modelo 2000 del equipo de Núñez. La imagen final fue, al menos, alentadora. Adelantado en el campo de juego, River estuvo cerca de traerse los tres puntos de Guadalajara luego pasar algunos sofocones en el comienzo. Sólo el inteligente planteo táctico del argentino Ricardo Lavolpe pudo complicar a River. El justo 1 a 1 ante Atlas lo dejó conforme pensando en el futuro, por lo que puede llegar a ser este nuevo equipo que anoche dio algunas señales positivas.La premisa de juego nuevo-caras viejas en el equipo de Américo Gallego quedó a mitad de camino al comienzo. La agresividad que tanto pregonó el flamante técnico apareció en mínimas dosis. Es más, en repetidas oportunidades, el colombiano Juan Pablo Angel debió desafiar en soledad a toda la defensa del Atlas. Sólo algunos chispazos de Javier Saviola lo acompañaron porque ni Marcelo Escudero ni Leonel Gancedo se desprendían por los costados del mediocampo. Y encima, la cuota de habilidad de Pablo Aimar estuvo apagada en la noche mexicana.La versatilidad táctica, el único argumento que el conjunto mexicano tuvo para desequilibrar, fue un dolor de cabeza para la defensa de River en el comienzo. Los cuatro zagueros que ubicó Gallego en la última línea no hacían pie ante la presión del Atlas. Los laterales Leo Ramos y Eduardo Berizzo eran superados por Zepeda y Osorno a cada rato. Un desborde de este último y el anticipo de Zepeda entre Yepes y Berizzo, que se fue por escasos centímetros, fue el primer anuncio.Sin embargo, el equipo de Lavolpe no cuenta con figuras de real jerarquía, jugadores que desequilibran con su presencia. El 3-4-3 flexible que dispone sobre el campo y la presión que imprime en toda la cancha comenzó a ser descifrable para los hombres de Gallego. River, entonces, hizo correr la pelota para deshacerse del hostigamiento. Y así, el partido se tornó parejo y únicamente no se inclinaba en favor de los argentinos porque River no se sacaba la timidez.Siguió Atlas con la fórmula del desborde y el centro. Y le dio resultado a los 23. Hugo Castillo, entre Yepes y Berizzo, cabeceó un centro de Zepeda y desniveló en el marcador. Pero la diferencia fue efímera. Saviola se sacó tres rivales de encima, Aimar le puso un pase milimétrico a Angel, que empató con un tiro cruzado. River veía que la defensa del Atlas no achicaba. Y que si Aimar se animaba, Angel y Saviola iban a tener oportunidades de desequilibrar. Pero no, no se animaba el equipo de Gallego y las llegadas eran remates desde lejos. Como un tiro de Aimar o un bombazo de Ramos.El segundo tiempo mostró un River más atrevido. Ledesma y Gancedo se hicieron fuertes en el medio en la marca y la circulación. Por eso, sorprendió la salida del Pipa (¿se habrá cansado?) en su mejor momento. Los mexicanos, igualmente, no se entregaban y cada tanto amagaban con derrumbar las ilusiones argentinas.Probó Torres, de tiro libre casi lo hace Rodríguez y Hugo Castillo se lo perdió desde buena posición. Pero también lo tuvo Víctor Zapata, quien con un tiro exigido, casi quiebra el empate.En los últimos minutos, River se dedicó dejar correr los minutos y a asegurarse el punto en el siempre difícil terreno mexicano. Terminó jugando con cinco defensores (en el cierre entró Pedro Sarabia por Saviola) el equipo de Gallego. El empate ya casi era un hecho aunque tambaleó con un remate de Zepeda. Se escurrieron los últimos instantes y el objetivo se cumplió. River se trajo un buen botín: un punto y algunas señales de lo que puede ser.