El yachting apuesta fuerte en la bahía

Todos los deportes de los Juegos Olímpicos de Sydney tendrán sus figuras, emociones, historias y hasta sus tristezas. Sea cual fuere, con las diferencias que los separan, gozarán de esos vaivenes. Sin embargo, el yachting será el protagonista en el escenario más espectacular de los Juegos: la bahía de Sydney, frente al Opera House. Allí estarán 11 esperanzas argentinas de conseguir una medalla, ya que este deporte es uno de los que cosechó mayores éxitos internacionales y el que recibió mayor apoyo económico de la Secretaría de Deporte.

Gran parte de los pronósticos de superar los 10 diplomas olímpicos (terminar entre los ocho mejores) apuntan a estos timoneles que se han preparado como nunca para los Juegos. Han competido mucho a nivel mundial, demostrando que en Sydney pueden soñar con lo máximo. Tanto tiempo han pasado fuera de la Argentina que el entrenador nacional Alejandro Cloos recién los podrá tener a todos juntos unos pocos días antes de la inauguración.

Cerca de 600 mil pesos se han invertido para su preparación. "Es el deporte que recibe más dinero, pero también el más costoso. No es lo mismo trasladar un barco que un bolso con raquetas", graficó Serena Amato, octava en la clase Europa en Atlanta 96. "El presupuesto también refleja los resultados en los últimos tiempos", explicó Fernanda Sesto, compañera de Paula Reinoso en la clase 470.

Desde la pequeña vela de windsurf (clase Mistral) de Carlos Espínola hasta el "Fórmula 1" de la clase Star representada por Eduardo Farré (con 57 años, será el más veterano de toda la delegación nacional) y Mariano Lucca, el yachting ofrece una amplia variedad de barcos en la que cualquier timonel se puede lucir. En Laser, Diego Romero dependerá mucho de su condición física, mientras que cuestiones técnicas como elección de velas serán clave en Tornado, donde competirán Santiago Lange y Mariano Parada. Una com binación de ambas se conjuga en 470 donde habrá dos equipos: Sesto-Reinoso y Javier Conte-Juan de la Fuente.

Fuerza. Coraje. Inteligencia. Determinación. En el yachting se deben aplicar todos los conocimientos para llegar al podio, como la medalla plateda ganada en Atlanta por Espínola. "Tengo la convicción de que puedo llegar al oro. En muchos aspectos me siento mejor que en Atlanta, pero prefiero no hablar tanto y ganarla en la cancha", señaló Camau, quien partió hacia Sydney tres meses antes de los Juegos para ajustar sus prácticas.

Su preparador físico, al igual que Lange-Parada, es Daniel Bambicha. Pero también comparten a Daniel Espina, un especialista en yoga con quien han logrado buenos resultados. Estos serán los terceros Juegos para Lange, quien cumplirá 39 años en plena competencia y para quien la naútica es una "vida" —literalmente— ya que vive en un barco amarrado en Náutico San Isidro. "Estamos muy bien preparados, pero mi experiencia me indica que los resultados dependen mucho de la puesta a punto en estos últimos dos meses", aclaró Lange.

Ellos tres no son los únicos que se preocuparon por su preparación mental: Amato volvió a trabajar con un psicólogo tal cual lo había hecho en Atlanta. A menos de dos meses de los Juegos, no se puede descuidar ningún detalle. Como olvidarse los largavistas para no perderse las alternativas en la bahía de Sydney.