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      La pesadilla terminó

      Una de las mejores defensoras del mundo, le había tirado un bochazo a un árbitro en los Panamericanos 99. La suspendieron, pero ahora sueña con ir a Sydney a buscar una medalla.

      Redacción Clarín
      03/08/2000 00:00

      Se terminó la pesadilla. Finalmente, Cecilia Rognoni, de 23 años, cumplió el año de suspensión internacional que le impedía jugar y entrenar con la Selección de hockey sobre césped y volvió a practicar con el equipo femenino que se prepara para los Juegos Olímpicos de Sydney. 369 días tuvo que esperar para volver a compartir un campo de juego con sus compañeras del seleccionado, luego de la sanción que le impuso la Federación Internacional de Hockey por arrojarle una bocha en la nuca a la réferi Gill Clarke, en el partido entre Argentina y Estados Unidos por los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Desde ese 29 de julio de 1999 hasta ayer, la defensora debió pedir una y mil disculpas y dar una y mil explicaciones para finalmente contar los días que le faltaban para poder hacer lo que más le gusta: formar parte de la Selección nacional.

      "Lo que más extrañaba era el contacto, el divertirme, compartir con las chicas un entrenamiento más allá de que hace un mes y medio que vengo todos los días a verlas", señaló Rognoni. El día de ayer no fue uno más en su vida: "Hoy (por ayer) es especial. Estoy muy contenta y siento un placer enorme por estar otra vez en el CeNARD", dijo.

      Otro que estaba muy contento por la vuelta de Rognoni era el entrenador del seleccionado, Sergio Vigil. "El regreso de Ceci me da la tranquilidad de saber que cuento con todo el equipo entero, pero fundamentalmente siento mucha alegría porque haya vuelto", comentó. Luego agregó: "Cuando un seleccionador tiene muchas jugadoras, las posibilidades de elegir son mayores y eso es muy bueno". Respecto al estado físico de Rognoni, Vigil señaló que "es óptimo" ya que venía jugando y entrenándose con su club, Ciudad de Buenos Aires.

      Rognoni, elegida como la mejor central del torneo en el Mundial disputado en Holanda en 1998, reconoció que no sintió un cambio profundo en su relación con el plantel ya que "siempre me sentí parte de este grupo, más allá de que no haya estado en un año". Con la alegría de saber que el objetivo de volver ya está cumplido, ahora aspira a poder formar parte del equipo de 16 jugadoras que viajará a Sydney.

      La pesadilla terminó. Otra etapa comienza en la vida de Rognoni a nivel Selección. Sin embargo, otra lucha, mucho más linda por cierto, nacerá dentro de 44 días: la de llegar lo más alto posible en los próximos Juegos Olímpicos.


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