Delgado fue imparable

En el Mundo del Chelo hay gambetas indescifrables, piques velocísimos, desbordes constantes y centros milimétricos. Todo un repertorio que Marce lo Delgado desplegó por el estadio Nacional como si fuese una sinfonía ejecutada por un maestro. Tanto que fue receptor de una cálida frase del presidente Macri: "Jugaste un partidazo. Te felicito, Chelo", cuando aún tenía puesta la camiseta blanca número 18 de Aitor Karanka, el defensor del Real Madrid con quien intercambió la suya. Tanto que, cuando a los cinco minutos la chapa del marcador indicaba Boca 2-Real Madrid 0, su compañero Cristian Traverso lo cargó: "¡Chelo, pará, que lo definiste muy rápido!".

—En un equipo donde Bermúdez sacó todo, Riquelme la rompió, Palermo metió dos goles, vos fuiste uno de los pilares de este título.

—No sé si fue pilar o no, creo que la actitud del equipo fue fundamental para ganar el partido. Cada uno sabía muy bien qué tenía que hacer. Cuando había que tenerla, Boca la cuidó más allá de que el Real tiene grandísimos jugadores. Y cuando había que sacarla, los muchachos de atrás y del medio se jugaron la vida para hacerlo. Por todo eso se nos dio.

—Geremi soñará varias noches con vos. Siempre te tomó la chapa desde atrás.

—Hice lo que me pidió el técnico y por eso ahora festejamos todos. ¡Mirá, mirá...! Qué alegría tienen los muchachos.

—¿Te diste cuenta que ya sos campeón del mundo?

—Quizás no del todo. Todavía es muy fresco (sic). Pero esta alegría se la merecen todos los hinchas que vinieron a Japón y nosotros, que siempre trabajamos con la misma humildad. Esperemos seguir ganando más cosas.

—Peleás sanamente el puesto con Guillermo. ¿Te sentís titular?

—Pienso que me gané un lugar dentro de los once, sin faltarle el respeto a nadie. Pero tengo que seguir trabajando. Porque esto no quiere decir que ya está, ahora quiero mantenerme dentro del equipo. Sabiendo que detrás mío hay delanteros con mucha trayectoria.

—No se olvidaron de Maradona. ¿Te hubiera gustado que esté presente?

—¡Lógico! A todos mis compañeros y a mí nos hubiera encantado que Diego pudiera festejar con nosotros porque esto no se vive todos los días.

—Casi hacés un golazo "a lo Diego".

—Sí, pero el arquero me tapó porque salió rápido del arco. Dejé dos o tres en el camino y me salió sin pensarlo, porque creí que me iba a cerrar el marcador. Y quise definir por arriba de Casillas pero le pegó en el cuerpo.

—En el vestuario, le dedicaron el título a River. ¿Lo gozan más?

—Por todas las cosas que se hablaron, sí. Pero lo importante es ser campeones.

—¿Qué significa Bianchi en tu carrera?

—Es tan importante él como los dirigentes que me trajeron a Boca. Porque en poco tiempo fui campeón de América y del mundo. Sinceramente, nunca pensé que todo se me iba a dar tan rápido. Ahora quiero consolidar todo esto con el campeonato local. Este plantel es insaciable. Estar en Boca significa querer siempre más. Yo sueño con conseguir más títulos.

—Bianchi cree que el punto de inflexión de tu momento en Boca cambió para bien cuando le hiciste el gol a River en la Bombonera, por la Libertadores. ¿Fue así?

—No sé si fue el gol, pero sí fue importante dejar a River en el camino y que nosotros seguimos en carrera. Mirá, si no, dónde llegamos. Hoy los que festejamos somos nosotros.

—¿Qué más querés ganar en el fútbol?

—El Apertura, para cerrar un año increíble como soñé en Racing cinco años. Me falta ese título; sería lo máximo.

El Chelo le dedica el título del mundo a toda su familia, pero especialmente "a mi abuela, que está enferma. Ponelo, que le dará fuerzas para salir adelante".